Veneno que alivia
La inyección del veneno que transmiten las abejas es uno de los mejores antídotos naturales para curar enfermedades. A través del proceso de la apiterapia, enfermedades del sistema inmunológico y trastornos mentales pueden ser sobrellevados mediante algunas sesiones en la que el insecto cobra relevancia al convertirse en un agente sanador por excelencia.
La apertura a las terapias alternativas de sanación es cada vez mayor y su aceptación podría mirarse como una nueva forma de adquirir salud, alejándose un poco de la medicina tradicional que muchas veces no responde frente a las necesidades de las personas, quienes finalmente buscan en lo natural la solución a sus molestias.
De esta forma, la apiterapia se instala como una de las opciones de recuperación que mediante la picazón de la abeja y el traspaso de su veneno desde el aguijón hasta el organismo de humanos y animales, puede resultar un gran remedio para problemas como inflamaciones y dolores.
Dentro de las enfermedades a las cuales la apiterapia resulta un muy buen método de curación están las que pertenecen al sistema inmunológico y algunos trastornos como la depresión, en este último, actualmente ha dado muy buen resultado al ser aplicado en jóvenes.
Antes de entregar cualquier dato con respecto a esta terapia, debe señalarse acerca de la posibilidad de un shock anafiláctico, que sentencia como la única precaución que podría tener una persona que se someta a un tratamiento con el veneno de abejas. Por esta razón, afirma que lo mejor es que el inicio de la terapia sea mediante la utilización de una o dos abejas por sesión y así asegurarse de una posible alergia, y de paso, acostumbrar al sistema inmunológico.
Hay casos en que el paciente está medicándose con ciertas drogas para una enfermedad y que éstas al ser reemplazadas por unas nuevas, puede que entren en contacto con la apitoxina, produciéndose una alergia o en el peor de los casos, un shock anafiláctico.
La utilización del veneno de las abejas puede – si no se trata de manera adecuada – ser perjudicial para el individuo. Cualquier sustancia puede ser medicina o veneno. Depende de la dosis.
Abejas para el cuerpo y la mente
Variadas son las patologías físicas y mentales que pueden ser vistas bajo el ojo de la apiterapia, las que por cierto, tienen una recuperación que va desde el cincuenta al cien por ciento de efectividad.
Así, la artritis reumatoide, artrosis, osteoporosis, tortícolis, desgarros, tendinitis, depresión, ansiedad y angustia, entre otros, son padecimientos que pueden ser controlados en base a las inoculaciones con veneno de abeja. La cantidad de sesiones y de insectos a utilizar, dependerán del grado de la enfermedad y, por supuesto, a la tolerancia del paciente.
A través de las inoculaciones de la abeja, se estimula la autosanación. Si hacen un análisis de sangre, se verá elevado el cortisol en el individuo. Esto estimula al sujeto y hace que se sienta bien, le da la sensación de bienestar.
Otro ejemplo de carácter preventivo sería el que se ve a menudo durante la época de invierno, donde la asistencia a apiterapia aumenta para que la apitoxina ayude a la disminución de los resfríos.
Terapia con abejas ayuda en la esclerosis múltiple
A través de un estudio nombrado como “Protocolo de dosis mínima”, científicos estadounidenses sometieron a prueba a 51 pacientes con esclerosis múltiple, a quienes inyectaron veneno de abejas en medidas dosificadas y de manera constante.
Los resultados arrojaron que los síntomas típicos de esta enfermedad (inestabilidad al andar, perturbaciones visuales, fatiga, trastornos sexuales y de vejiga, demencia y síntomas de trastorno del tallo cerebral) pueden ser tratados tomando como línea principal a la inmunoterapia.
Al encontrar en los corticoesteroides - tratamiento médico hasta ahora recetado, pues contiene propiedades anti–inflamatorias - efectos adversos como la inducción a la diabetes, hipertensión y osteoporosis y además la inhibición de la respuesta inmune natural del cuerpo, se decidió estudiar los efectos de la apitoxina en estos pacientes a quienes se les hizo un seguimiento constante cada 3 meses, donde todos debían proporcionar información con respecto a cualquier cambio sufrido a través de la inyección del veneno.
Los resultados del estudio de “Protocolo de dosis mínima” arrojó que luego de un año de tratamiento con inyecciones de veneno de abejas, el 68.6% de los pacientes (al contrario del 30% que reacciona frente a las terapias alópatas) mostraron alivio, siendo uno de los síntomas mejor evaluados el de la pérdida de fuerza muscular, el que disminuyó de un 60% a un 19%.
En conclusión, las metas principales de la apiterapia para combatir la enfermedad de la esclerosis múltiple establecidas por la investigación son:
- Mejorar la calidad de las reacciones inmunes del cuerpo.
- Mejorar la calidad de todas las membranas celulares de todo el cuerpo.
- Disminuir las toxinas del intestino (principalmente del intestino grueso).
- Mejoran la calidad, cantidad y circulación de la sangre.
- Mejoran el funcionamiento de las glándulas suprarrenales, riñones, hígado, corazón y timo para que a su vez se ayude a todo el sistema nervioso y todo el cuerpo.